viernes, 12 de junio de 2009

COMPRAR UNA CASA TE HACE VULNERABLE A LOS CAPRICHOS DE TU JEFE

Hemos encontrado el siguiente articulo en el portal soitu.es y no tiene desperdicio os lo pasamos comentado.

Según Mayte Ledo, economista jefe de escenarios financieros y económicos del Servicio de Estudios de BBVA (¿ahora animan los bancos a dejar de comprar viviendas? que curioso como cambian los tiempos) y el sociólogo Ignacio Ruiz-Gamborena, quienes compran una vivienda temen perder su trabajo, se vuelven sumisos y evitan cambiar de ciudad por cuestiones laborales a no ser que se tenga dinero para pagarla en efectivo, muchos de quienes tienen un trabajo fijo se compran una casa casi de inmediato y abren una hipoteca a largo plazo. Digo yo que eso sería antes del estallido de la burbuja de marrás

"Es algo inherente a nuestra cultura", afirma el sociólogo, quien ve refrendadas sus palabras por la economista de bbva, que "al tener empleo se incrementa la renta permanente, lo que favorece la adquisición de bienes duraderos y la obtención de créditos" el servicio de estudios de bbva ha encontrado una relación entre el mercado laboral y el de la vivienda (el banquero acaba de descubrir la cuadratura del circulo) algo que provoca que en tiempos de crisis el hipotecado se vuelva sumiso y más vulnerable a las malas prácticas empresariales porque ´traga´ con todo para mantener su puesto", explica Ruiz-Gamborena.

También asegura que tener una casa hace que el propietario sea menos flexible a cambiar su lugar de trabajo, a no ser que le llegue un aumento sustancial del sueldo y las condiciones laborales. Los expertos afirman que comprar o alquilar es una decisión personal y cada uno sabe lo que más le conviene. sin embargo, recomiendan que la elección no te vuelva vulnerable ante "las empresas tóxicas" que te llevan a empeorar tu calidad de vida.

Por otro lado, si empleas la mayor parte de tu sueldo en pagar la hipoteca, se reducen tus oportunidades de ocio, lo que, según BBVA, "desincentiva la participación laboral y el empleo". Es decir, que si no puedes divertirte porque la hipoteca no te deja ni respirar, cada vez tendrás menos ganas de trabajar e irás al ´curro´ con peor cara.

El elevado precio que alcanzaron las viviendas durante el boom inmobiliario envió a muchos compradores a las afueras de las ciudades en las que trabajan (algunos incluso migraron de provincia e, incluso, de comunidad autónoma). "Las personas prefieren comprarse una casa y recorrer grandes distancias cada día antes de cambiar de trabajo o vivir de alquiler", asegura Ruiz-Gamborena.

Comprar o alquilar, ésa es la cuestión. Entonces, ¿qué es mejor?. Ésa es una decisión personal. Tanto la compra como el alquiler tienen sus pros y sus contras, y cada uno debe ser capaz de elegir lo que más le conviene en cada momento.

Adquirir una casa es una decisión importante y hay que pensárselo con calma y echar muchos números antes de tomarla. Los expertos aseguran que éste es un buen momento para comprar, porque los tipos de interés están históricamente bajos, y los precios de los pisos han bajado.

Para ser más exactos, el Servicio de Estudios del BBVA calcula que, desde que en 2008 se iniciaron las rebajas hasta el límite de 2011 impuesto por Zapatero para la eliminación de la desgravación fiscal, los precios habrán caído un 30% (un 10% este año, y un 12% en 2010).

Para los que opten por el alquiler, éste también puede ser el momento. Los precios están bajando y la oferta de viviendas aumentando. Y si a esto añadimos la promesa del Gobierno de equiparar la desgravación fiscal por alquiler a la de compra, y las ayudas que algunas administraciones están poniendo en marcha, puede que consigamos el objetivo de equilibrar el mercado residencial español, equiparándolo a la media europea, y alejándonos del 12% que actualmente representa la vivienda en alquiler en nuestro mercado.

En fin que ya sabéis nada de comprar viviendas que tendréis que trabajar más, por supuesto nada de tener familia, que es una obligación muy pesada, nada de meterse en compromisos económicos pues todo eso nos obligará, según estos lumbreras a tragar con los caprichos del jefe.
No creo yo que la cuestión sea tan drástica, lo que hay es que hacer las cosas con orden concierto y mesura (como decía mi abuelita)

Saludos a todos los curiosos.